La Flora
En gran parte del Cinca Medio la vegetación potencial la constituye el carrascal. En la parte norte de la comarca (Fonz), más serrana, el carrascal se enriquece por la presencia del quejigo, acirón (Acer monspessulanum) y un cortejo florístico termófilo (durillo, zarzaparrilla, labiérnago, rusco, etc.). También aparecen el boj, el avellano y, muy escaso, el pino albar; la sabina negral y el "chinebro" (Junyperus oxycedrus) proliferan en los suelos más pedregosos, siendo la primera más escasa que el segundo. Muchos carrascales degradados han derivado en sardas de coscoja (Quercus coccifera) y escambrón (Rhamnus lycioides)- a veces con estepa (Cistus albidus)-, y éstas, por incendios repetidos y sobrepastoreo, en romerales con aliagas (genista escorpius) y salvia (Salvia lavandulifolia), tomillares o pastizales secos de "zerbero" (Brachypodium retusum) con varias Stipa o especies como Serratula pinnatifida, S. Leucantha y Globularia alypum. Los pastos-matorral caracterizados por la "chunqueta" (Aphyllantes monspeliensis) sólo abundan en Fonz.
El pino carrasco, muy resistente a la sequía, también está presente en nuestra comarca, y algunos bosquetes podrían tener carácter autóctono, como en la muela de Terreu, donde vive el lentisco y otras plantas mediterráneas, como la bufalaga (Thymelaea tinctoria). Los sotos del Cinca son muy ricos en esta parte del curso fluvial, con varios sauces, chopos, fresno de hoja estrecha, álamos "zapatera" (Coriaria Myrtifolia) y rarezas como el agracejo (Berberis vulgaris) o el arraclán (Frangula alnus). También hay formaciones de hierbas altas (Saccharum ravennae, Imperata cylindrica, esparganium erectum, carrizo, masiega, aneas, etc.) y plantas de las cascajeras, como la "hierba del besque" (Andryala ragusina). En el río Sosa es abundante el Tamariz (Tamarix canariensis). En las "gesas" o colinas yesosas abundan los romerales con asnallo (Ononis tridentata), resultado de la destrucción del carrascal; son ricos en plantas gipsícolas extendidas como la "badallera" (Gypsophila struthium subsp. hispanica), y más raras como Lepidium subulatum o Launaea pumila.
En las estepas salinas de Selgua y Conchel hay interesantes plantas halófilas, como las quenopodiáceas de los géneros Suaeda, Salicornia y Salsola, más algunos Limonium. Los espartales de Lygeum spartum ocupan los suelos más profundos, mientras las matas de ontina(Artemisia herba-alba) o sisallo (Salsola vermiculata) menudean en lugares transitados por el ganado.
Los rroquedos de la comarca, por su estructura y consistencia, no son facilmente colonizables por las plantas. Aún así, el té de roca (Jasonia saxatilis) es frecuente, y en los conglomerados ("mallacán" de Monzón) o calizas (Fonz) la flora es algo más rica, con helechos (Polypodium cambricum, Cheilanthes acrostica, Asplenium fortarum), oreja de oso (Ramonda myconi) o Silene saxifraga.
La Fauna
El río Cinca, verdadera fuente de vida de la comarca, constituye un auténtico ecosistema con una voluminosa biomasa energética generada fundamentalmente por el continuo caudal de agua. Innumerables invertebrados, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, están ligados en mayor o menor grado a este importca de norte a sur, es ciertamente un importante corredor natural para la fauna. Para las aves en sus pasos migratorios, o para los muchos mamíferos errantes de la zona, el papel que juega este río con su gran riqueza natural en el desarrollo de la vida en sus riberas, es extensible incluso a las tierras cercanas. Gran variedad de aves habitan en el río donde encuentran sus fuentes de alimentación, especialmente las acuáticas como anátidas, garzas, cormoranes o limícolas, otras solamente acuden en busca de refugio, sobre todo en dormideros comunales, y algunas, más propias de los secanos de alrededor, únicamente bajan a beber en los períodos de fuertes estiajes.